Hace cosa de unos pocos días, el 1 de septiembre, Lady Gaga, la famosa cantante, puso a la venda un nuevo perfume apropiadamente titulado Fame (Fama) por todo el mundo.
La primera cosa que salta a la vista de este perfume es que el perfume en sí es de color negro. De hecho, el tagline o lema que acompaña el perfume lo cataloga como The First Ever Black Eau de Parfum (“El primerísimo perfume negro”) para resaltar este color tan único.
Con lo que respecta a su composición, Fame ha usado tecnología “empuja-estira” en lugar de la clásica estructura piramidal para combinar las notas de Belladonna, orquídea tigre, incienso, prunus armeniaca, azafrán y miel además de usar como base la estructura molecular de la sangre y el semen: la sangre usada para crear el perfume es la de Lady GaGa porque ella quería que el perfume oliese a sí misma.
La tecnología de “empuja-estira” usada para crear este perfume: los ingredientes demuestran aspectos de cada nota sin precedencia; en vez de usar notas de pico, medio y base, el perfume se basa en tres acuerdos titulados “oscuro” (Belladonna), “sensual” (toques de azafrán, miel y prunus armeniaca) y “ligero” (toques de orquídea tigre, jasminum sambac). Todo junto, una vez combinado, forma un olor floral y de frutas.
El perfume se vuelve invisible en el aire. Se supone que es el primero a usar este sistema y la botella es descrita por algunos como “simple y no llamativa coronada con un tapón algo fuera de lo habitual y con bordes llamativos”.
Para acabar, se puede decir que Lady GaGa ha revolucionado el mundo de los perfumes debido a la apuesta que ha hecho por este modelo.
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